El sitio web cumple 30 años: a la altura de las necesidades del futuro
Esta es la primera entrega de una serie de cuatro entradas de blog con motivo del 30.º aniversario del nacimiento de los sitios web. Analizamos cómo evolucionarán las infraestructuras web y la experiencia del usuario en los próximos 30 años.
El año 1991 fue clave, y sus consecuencias aún se dejan sentir: la Guerra del Golfo enfila su momento decisivo con la operación «Tormenta del Desierto», un grupo llamado «Nirvana» revoluciona el panorama musical, la Unión Soviética se desmorona poniendo fin a la Guerra Fría… y Tim Berners-Lee presenta el primer sitio web del mundo.
¡Quién podía imaginar que lo que empezó siendo algo tan insignificante se convertiría en una pieza esencial del puzle de nuestra realidad! La World Wide Web aloja en la actualidad 1800 millones de sitios web. Información y entretenimiento, compras de cualquier tipo (incluso con entrega a domicilio en 24 horas), análisis de cualquier tema…: la oferta es interminable.
Ya puestos a celebrar el 30 cumpleaños del nacimiento del sitio web, ¿por qué no reflexionamos sobre los próximos 30 años? La arquitectura y la seguridad son los principales ámbitos donde nosotros —ingenieros, desarrolladores y diseñadores en general— podemos fomentar la innovación.
Arquitectura flexible y resiliente, experiencias digitales seguras
En las últimas tres décadas, hemos logrado avances en la normalización de la seguridad y en la informática. No obstante, aún nos queda camino que recorrer: garantizar que la cadena de suministro de software sea segura, integrar la seguridad en el conjunto del proceso de desarrollo y utilizar lenguajes con mayor seguridad de memoria (p. ej., Rust). Además, son muchos los países que están obligados a actualizar sus anticuadas normas para prepararse para lo que está por venir.
Que la Web siga funcionando y lo haga con estabilidad se lo debemos a su intrínseca flexibilidad. Pero también a aquellas personas cuyo cometido es garantizar que podamos acceder a cualquier lugar online con rapidez y eficacia. Aun así, debemos superar los planteamientos existentes en los albores de Internet. Entonces nadie imaginaba cuánto se expandiría la Red y qué funciones necesitaríamos que ejecutara; los próximos 30 años traerán incluso más cambios que ahora nos parecen imposibles. Adoptar nuevos enfoques de desarrollo y seguridad nos ayudará a crear una Web cuya resiliencia y seguridad sea suficiente para cumplir las normas no solo de la actualidad, sino también del mañana.
La evolución no puede sufrir retrasos si queremos que en el futuro Internet dé respuesta a nuestras necesidades. Necesitamos arquitecturas más sólidas que permitan a los diseñadores desarrollar productos y experiencias que sean intrínsecamente seguros, ofrezcan un rendimiento espléndido y sean fáciles de adoptar por parte de las empresas. El ecosistema del que formamos parte está obligado a impulsar la Web hacia una mejora de la privacidad, la resiliencia y el rendimiento que descanse sobre los innegociables principios de la seguridad, el control y la visibilidad.
La adaptación continua a las necesidades que plantean los usuarios finales es —y siempre será— un atributo esencial de una Red moderna. Y, ahora mismo, lo que más preocupa a estos usuarios es la privacidad y la seguridad. El problema es que muchas empresas se limitan a agregar funciones de seguridad a posteriori, sin una planificación adecuada, y a utilizar herramientas antiguas que son incompatibles con el diseño de las aplicaciones modernas. De este modo, las empresas quedan expuestas a amenazas y el negocio se resiente a largo plazo. En el futuro de las experiencias online, solo lograrán cuota de mercado las empresas que demuestren que la confianza se gana tratando la privacidad y la seguridad como funciones (en vez de agregando este tipo de funciones a posteriori y sin planificación).
En las próximas semanas, profundizaremos en los pasos que debemos seguir para diseñar la Web del futuro. En la segunda entrega de esta serie, analizaremos algunos de los desafíos ya expuestos. Y, además, explicaremos cómo diseñar sitios web a modo de aplicaciones para poder crear experiencias que den respuesta a las cambiantes necesidades de los usuarios.
Es responsabilidad de todos nosotros
Debemos sortear determinados obstáculos de modo que la Internet que está por venir pueda satisfacer las necesidades de los consumidores, tanto las ya conocidas como las que vayan surgiendo. Precisamente por este motivo, los ingenieros de Fastly utilizan, corrigen y amplían normas abiertas que cubran nuestras propias necesidades y sirvan de soporte para la evolución de Internet. Asimismo, procuramos minimizar las superficies de ataque e invertir en tecnología de código abierto, como WebAssembly, que beneficie no solo a nuestros productos, sino a toda la comunidad. No somos más que una entidad dentro de un ecosistema mucho mayor, por lo que es responsabilidad de todos nosotros garantizar su futuro.