QUIC pasa a ser RFC 9000
QUIC es un nuevo protocolo de transporte de Internet seguro, fiable y que reduce la latencia. Está llamado a sustituir al TCP, el transporte más utilizado en la actualidad. Ya hemos hablado anteriormente de lo mucho que nos gusta QUIC y de lo implicados que estamos en que sea todo un éxito, puesto que encaja con nuestra misión de crear un Internet más rápido, fiable y resiliente. De hecho, creemos tanto en lo que promete QUIC que nuestro personal de ingeniería incluye tres miembros esenciales del grupo que ideó el protocolo: Mark Nottingham, presidente del grupo de trabajo de QUIC del Internet Engineering Task Force (IETF); Kazuho Oku, un colaborador clave del grupo de trabajo y autor de quicly, nuestra implementación propia de este protocolo nuevo; y yo mismo, editor de la documentación principal.
El IETF acaba de publicar QUIC bajo la denominación RFC 9000, complementado por RFC 9001, RFC 9002 y RFC 8999. Esto formaliza oficialmente la versión 1 de QUIC e implica que, a partir de ahora, los despliegues de QUIC pueden dejar de usar versiones preliminares y temporales y pasar a la flamante versión 1. Además, queda muy poco para la publicación de HTTP/3, la versión de HTTP ejecutada en QUIC.
Esta noticia es de gran calado para el IETF y para el ecosistema de Internet.
QUIC ha sido una de las actividades de mayor repercusión del IETF en los últimos años. Este protocolo empezó como un experimento en Google y fue desarrollado mediante un proceso de estandarización iterativo y colaborativo en el IETF tras casi cinco años, 26 reuniones presenciales, 1749 incidencias y varios miles de correos electrónicos. Tiene mucho mérito por parte del IETF haber desarrollado y completado una misión de tal envergadura, ya que para ello hubo que coordinar los ámbitos de aplicación, seguridad y transporte, que tradicionalmente habían permanecido aislados en el diseño de protocolos. Ello provocó numerosas discusiones en el marco de los procesos de consenso del IETF.
El ecosistema de transporte de Internet lleva décadas fosilizado, y QUIC rompe con esta tendencia ofreciendo cifrado, control de versiones y un conjunto de servicios mucho más variado y de mayor rendimiento que pueden aprovechar las tecnologías actuales. QUIC lo tiene todo para liderar la próxima generación de innovaciones en Internet. De hecho, estas ya han empezado, con extensiones como los datagramas poco fiables de QUIC, que abren la puerta a contenidos multimedia y otras aplicaciones en tiempo real que no precisan de servicios de transporte completamente fiables, y con tecnologías prometedoras como MASQUE y WebTransport.
Nos hace mucha ilusión seguir liderando e implicándonos en estos ámbitos y conversaciones con el objetivo final de hacer realidad lo que QUIC promete para Internet. QUIC lleva tiempo disponible en nuestra plataforma de edge cloud, y muchos de nuestros clientes ya están experimentando y desplegando tráfico en vivo en este protocolo.
Pero, por ahora, a la gente de Fastly y de otras organizaciones que hemos participado directamente en este proceso durante el último lustro, nos toca disfrutar del momento y regocijarnos por haber dejado huella en la historia de Internet.