La latencia es el periodo que transcurre entre que un dato se pide o se genera y este está disponible para su uso o su procesamiento. Dicho de otra forma, es el tiempo que un usuario tarda en recibir una respuesta tras llevar a cabo una acción en una aplicación web o una red.
¿Cómo funciona la latencia?
Veamos un ejemplo con una compra online para que entiendas cómo funciona la latencia.
Añades un artículo al carrito.
El navegador detecta que se ha producido un evento y envía una petición a los servidores del sitio web. En este momento, el cronómetro de la latencia se pone en marcha.
La petición de añadir un artículo al carrito llega al servidor.
El servidor reconoce la petición. Aquí la latencia va por la mitad de su recorrido.
El servidor acepta o rechaza la petición (es decir, la procesa).
El servidor del sitio web responde a la petición con la información necesaria.
La respuesta solicitada llega al navegador y el artículo se añade al carrito.
El tiempo que transcurre entre los pasos 1 y 7 es la latencia.
Cuando se produce latencia de datos, los sospechosos habituales son la distancia geográfica, la congestión de la red, la carga de los servidores y las deficiencias en el enrutamiento. Todos estos factores pueden aumentar la latencia y afectar negativamente a la experiencia de los clientes en tus aplicaciones y sitios web. Veamos en qué consiste cada uno más a fondo.
Distancia geográfica: siempre hay un desfase entre que se envían y reciben los datos, así son las leyes de la física.
Congestión de la red: cuando las redes que utiliza tu empresa tienen un tráfico elevado, los datos tienen que ponerse en una cola hasta que haya capacidad para atenderlos. Cuanto mayor sea esta cola, más tardará la información en llegar a su destino.
Carga de los servidores: si tus servidores de alojamiento están sobrecargados porque tienen que gestionar muchas peticiones simultáneas, las transacciones tardarán más en tramitarse. Una demanda excesiva lo pone difícil para responder al momento.
Deficiencias en el enrutamiento: cuando el tráfico de red debe seguir rutas largas e indirectas en lugar de otras mejor optimizadas, esa distancia extra hace que la latencia aumente de manera proporcional.
Una forma eficaz de reducir la latencia consiste en utilizar una red de distribución de contenidos (CDN). El almacenamiento en caché de una CDN reduce la latencia porque permite distribuir los contenidos desde ubicaciones situadas más cerca de los usuarios y, por tanto, mejorar considerablemente los tiempos de carga.
Este tipo de almacenamiento guarda copias de los contenidos en servidores en el edge repartidos por todo el mundo. Cuando un usuario realiza una petición, la CDN envía el contenido desde el servidor en el edge que tiene más cerca, por lo que no hay que esperar la respuesta del servidor de origen. Esto reduce la carga en el servidor de origen y permite gestionar un mayor volumen de tráfico porque las peticiones se distribuyen desde varios servidores.
Reducir la latencia de datos te ayudará a mejorar en gran medida tu rendimiento online y disfrutar de un montón de ventajas que se notarán en los números de tu negocio. Ahí van cinco motivos de peso por los que las empresas deberían dar prioridad a la reducción de la latencia en su estrategia digital.
Cuando las respuestas son rápidas, las interacciones de los usuarios con la marca son más positivas. Si no los haces esperar, estarán menos frustrados, tendrán más probabilidades de repetir y confiarán más en todos tus servicios.
Los tiempos de carga elevados hacen que los usuarios abandonen sus carritos y se vayan a la competencia. Si acortas los plazos con una CDN, los usuarios se quedarán en tu sitio web durante más tiempo, bajará la tasa de abandono y aumentarán los ingresos.
Tu empresa debe ofrecer sus servicios a la velocidad del rayo para destacar entre la multitud. Una CDN te dará una ventaja sobre los competidores que sigan utilizando infraestructuras anticuadas y hará que tus aplicaciones y sitios web funcionen más rápido, cosa que tus clientes notarán y agradecerán.
Cuando los sistemas funcionan de manera fluida y con poca latencia, los procesos se vuelven más eficientes y tus equipos se enfrentan a menos obstáculos en sus tareas del día, por lo que son más productivos en el trabajo.
Las interacciones rápidas y positivas que ofrece una CDN pueden conseguir que los clientes estén satisfechos con los productos y los servicios de tu empresa. Cuando todo funciona como la seda, la gente se anima a volver.
La CDN de Fastly puede ayudarte a reducir la latencia y mejorar el rendimiento de tu negocio.
Estas son algunas de sus muchas ventajas.
Equilibrio de carga eficiente: el tráfico se distribuye mejor y los servidores no se sobrecargan.
Tecnología de enrutamiento avanzada: la CDN transporta los datos por las rutas más rápidas.
Procesamiento en tiempo real: el procesamiento instantáneo de los datos en el edge acelera las respuestas.
Escalabilidad: las soluciones de Fastly siempre están listas para crecer al ritmo que marca tu empresa.
Seguridad mejorada: la CDN de Fastly proporciona más capas de seguridad que protegen tu sitio web frente a ataques de DDoS.
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