¿La infraestructura de tu red ofrece la velocidad y la seguridad que necesitan los usuarios modernos?
Los sitios web que tardan 5 segundos en cargar tienen una tasa de conversión tres veces inferior en comparación con los que solo tardan 1 segundo. Si tu sitio web es de B2B o B2C, los tiempos de carga influyen mucho en los ingresos.
La seguridad es otro factor clave para las empresas y los usuarios. Ahora que la frecuencia y la diversidad de los ciberataques no para de crecer, los riesgos financieros y los daños a la imagen no se pueden tomar a la ligera. Sin ir más lejos, cada ataque de denegación de servicio distribuido (DDoS) cuesta una media de 408 000 USD a las empresas.
Disponer de una red de distribución de contenidos (CDN) de calidad puede ayudarte a mejorar el rendimiento y la seguridad de tu sitio web. Sigue leyendo para saber cómo funcionan las CDN, cuáles son sus ventajas y cómo elegir la más adecuada para tu organización.
Una CDN es un sistema de servidores repartidos por todo el mundo y conectados entre sí que agiliza la distribución de contenido web y aplicaciones. Las CDN son capaces de enviar contenidos estáticos y dinámicos a los usuarios desde el borde de la red. Las imágenes, las gráficas y los archivos HTML son contenidos estáticos, mientras que las pantallas con recomendaciones de productos, los teletipos bursátiles y los widgets con información sobre el tiempo son contenidos dinámicos, puesto que cambian con frecuencia.
Aunque el concepto «distribución de contenidos» da a entender que estas redes pueden sustituir el alojamiento web, la realidad no es esa. De hecho, la función de las CDN es mejorar los servicios de alojamiento web. Los servidores de una CDN no alojan versiones de un sitio web o una aplicación, sino que almacenan en caché copias temporales de los contenidos de acceso más frecuente, y lo hacen en lugares que están cerca de los visitantes. Esta distribución geográfica contribuye a la velocidad y la seguridad.
Las CDN distribuyen contenidos por servidores repartidos por todo el mundo, almacenan datos en caché en esas ubicaciones en el edge (es decir, cerca de los usuarios finales) y envían las peticiones de los usuarios a los servidores más cercanos para que el proceso sea rápido y eficiente.
Las aplicaciones y los sitios web utilizan las CDN de forma similar a como un retailer online utiliza un almacén físico. Un retailer podría enviar los productos directamente de la fábrica a los clientes. Sin embargo, al tenerlos en almacenes situados más cerca de ellos, pueden reducir considerablemente los plazos de entrega.
La mayoría de las CDN ofrecen funcionalidades básicas como las que se describen a continuación.
Distribución de contenidos: las CDN tienen presencia en los puntos de intercambio de internet (IXP), unos centros de datos físicos de grandes dimensiones donde unos conmutadores de red enrutan el tráfico global entre los principales proveedores de servicios de internet (ISP). Disponer de línea directa con estos puntos de intercambio de altísima velocidad es fundamental para distribuir datos con rapidez entre los usuarios. Muchos también cuentan con servidores descentralizados de menor tamaño para ofrecer una mayor cobertura.
Almacenamiento en caché: se almacenan copias temporales de los contenidos de acceso más frecuente para recuperarlos más rápido. Los contenidos originales se mantienen tal cual en el origen.
Enrutamiento de peticiones: las peticiones de los usuarios se dirigen a los servidores adecuados en función de la ubicación y las condiciones de la red.
Equilibrio de carga: el tráfico se reparte entre varios servidores para que ninguno se sobrecargue, lo cual aporta fiabilidad.
Protección del origen: el servidor de origen se protege frente a los excesos de peticiones mediante el enrutamiento a servidores que actúan como intermediarios.
Optimización del contenido: el contenido estático se comprime y se modifica para poder distribuirlo más rápido. Esto incluye imágenes, HTML, JavaScript y CSS. Aquí intervienen técnicas como la compresión sin pérdida con Brotli y la minificación, proceso mediante el cual se eliminan comentarios, espacios en blanco y nombres descriptivos de variables para reducir el tamaño de los bloques de código.
Optimización de la infraestructura: las mejores CDN permiten hacer uso de servidores y centros de datos avanzados, eficientes y equipados con unidades de estado sólido (SSD) sin necesidad de invertir en nuevos equipos.
Análisis en tiempo real: el rendimiento y el comportamiento de los usuarios se supervisan para optimizar la distribución de contenidos.
Mecanismos de seguridad: protección avanzada contra ataques de DDoS y otras amenazas.
Invalidación y purga de contenido: si el contenido almacenado en caché no se invalida o purga correctamente, existe la posibilidad de que se siga enviando información obsoleta a los usuarios aunque se hayan realizado cambios en los datos subyacentes. Las purgas se pueden llevar a cabo de forma manual o automática mediante estrategias como la purga completa, parcial o inteligente para encontrar un equilibrio entre la relevancia y el rendimiento del contenido.
Recuperación de fallos inteligente y redundancia: garantizan la disponibilidad del servicio si se produce un fallo en el servidor o la red. Las tecnologías Autopilot y Precision Path de Fastly gestionan el tráfico de red con eficiencia. Para ello, redirigen el tráfico automáticamente en caso de error y optimizan las rutas, lo cual mejora tanto la fiabilidad como el rendimiento. Esto permite ofrecer un servicio sin interrupciones si se produce un pico de tráfico imprevisto o un problema de red gracias al redireccionamiento rápido y la toma de decisiones a largo plazo.
Para saber si a tu empresa le conviene tener una CDN, es importante que entiendas los pasos que siguen estas redes para distribuir los contenidos. Cuando este sistema funciona correctamente, puede proporcionar excelentes resultados en términos de rendimiento del sitio web y experiencia de uso. Este es el proceso que sigue una CDN para optimizar los sitios web y las aplicaciones durante cada interacción:
Inicio de la petición del usuario: el usuario entra en una URL o hace clic en un enlace para acceder al contenido.
Resolución del DNS: el sistema de nombres de dominios (DNS) traduce el nombre del dominio a la dirección IP del servidor de CDN más cercano.
Enrutamiento de la petición: el equilibrador de carga de la CDN dirige la petición al servidor del edge más adecuado. Para ello, tiene en cuenta factores como la proximidad geográfica, la carga del servidor y las condiciones de la red. Cuanto menor es la distancia, menor suele ser el tiempo que tarda una petición en hacer el trayecto de ida y vuelta, lo que aumenta la velocidad.
Comprobación en el servidor del edge: el servidor comprueba si el contenido para el que se ha realizado la petición está almacenado en caché y es válido.
Acierto de caché: si el contenido está almacenado en caché, el servidor se lo envía inmediatamente al usuario.
Fallo de caché: si el contenido no está almacenado en caché, el servidor del edge lo obtiene del servidor de origen.
Respuesta del host: el servidor de origen envía el contenido para el que se ha realizado la petición al servidor del edge.
Almacenamiento en caché en el servidor del edge: el servidor almacena el contenido para utilizarlo en futuras peticiones.
Distribución de contenido: el servidor envía el contenido para el que se ha realizado la petición al dispositivo del usuario.
Supervisión del rendimiento: la CDN registra y analiza la transacción para llevar a cabo optimizaciones.
Repartir el enrutamiento y el almacenamiento en caché por todo el mundo contribuye a mejorar la experiencia de uso, el rendimiento y la eficiencia operativa de cualquier empresa que tenga un sitio web o aplicación online. Ese es el principal punto a favor de una CDN, pero no el único ni mucho menos.
Veamos las ocho ventajas de usar una CDN.
Distribución de contenidos más ágil: una CDN reduce la latencia y la carga de las páginas para usuarios de todo el mundo.
Menor carga en el servidor: el tráfico se traslada desde los servidores de origen a servidores del edge repartidos por distintos puntos de presencia.
Mayor disponibilidad del sitio web: proporciona redundancia y recuperación ante fallos para minimizar los periodos de inactividad.
Seguridad superior: la arquitectura descentralizada de una CDN aumenta la seguridad y se lo pone difícil a los atacantes para saturar la red mediante ataques de DDoS. Esto se debe a que el tráfico está repartido entre varias ubicaciones, por lo que un solo servidor o centro de datos no tiene que absorber todo el impacto. Otras funcionalidades de seguridad, como la limitación de volumen y el filtrado del tráfico, permiten controlar el flujo de los datos e impedir el acceso a centros de datos importantes con fines maliciosos.
Optimización del SEO: mejora la velocidad de las páginas y las métricas relacionadas con la experiencia de uso para obtener una posición más favorable en los buscadores.
Mayor escalabilidad: gestiona los picos de tráfico y los aumentos en el número de usuarios sin necesidad de realizar cambios en la infraestructura.
Datos valiosos: proporciona datos e informes con los que supervisar el rendimiento y llevar a cabo optimizaciones.
Menor coste: reduce el gasto de ancho de banda y los requisitos para distribuir contenidos en términos de infraestructura.
Tus aplicaciones online y tus sitios web ofrecerán un mayor retorno de la inversión si pueden atender las necesidades del público global con eficiencia. Y para eso necesitan toda la potencia de una red de distribución de contenidos.
La CDN de Fastly es una red de distribución de contenidos de última generación que ayuda a las empresas a ampliar su presencia en todo el mundo.
Veamos algunas de sus muchas ventajas.
Red del edge global: Fastly cuenta con puntos de presencia (PoP) de gran capacidad en ubicaciones estratégicas.
Purga en tiempo real: Instant Purge™ y las funcionalidades de purga condicional de Fastly dan un mayor control sobre el almacenamiento en caché de contenido dinámico y permiten hacer cambios rápidos que se propagan por toda la red.
Capacidades de la informática en el edge: la informática en el edge lleva las funcionalidades de la CDN al siguiente nivel.
Estrategias de almacenamiento en caché avanzadas: el almacenamiento en caché basado en VCL de Fastly es muy flexible y permite controlar el tráfico dentro de un dominio, además de gestionarlo de una manera eficiente.
Configuración en tiempo real: nuestra red pone en manos de los desarrolladores opciones de configuración en tiempo real, API muy completas, reversiones gratuitas y registros en tiempo real, lo cual agiliza sus procesos y reduce su dependencia de servicios profesionales. Además, la integración con ciclos de CI/CD y herramientas de DevOps optimiza los flujos de trabajo y aumenta la satisfacción de estos profesionales. Fastly ofrece un control y una configurabilidad sin igual a través de una interfaz intuitiva o una API flexible.
Optimización para streaming: proporciona funcionalidades de streaming en vivo con baja latencia e inserción dinámica de anuncios.
Optimización de imágenes: la CDN comprime y optimiza las imágenes al vuelo y sin que pierdan calidad.
Protección del origen: designa un POP para que actúe como barrera con el objetivo de reducir la carga en los servidores de origen, aumentar la proporción de aciertos en caché, acelerar las conexiones y minimizar la latencia de las peticiones.
Funcionalidades de seguridad: La protección contra DDoS, el firewall de aplicaciones web de última generación y la gestión de bots de Fastly protegen las aplicaciones gracias a una detección inteligente y unas estrategias de mitigación que mejoran la seguridad de los contenidos e impiden el uso indebido de los recursos.
Análisis en tiempo real: los registros y los datos exhaustivos permiten supervisar el rendimiento y llevar a cabo optimizaciones.
Solicita una prueba gratuita y descubre todo lo que la CDN gestionada de Fastly puede hacer por tu sitio web o aplicación.